Estagnar ou sair da zona de conforto?

A história relatada no livro de Josué nos apresenta um cenário em que o povo de Israel, após anos de batalha e peregrinação, conquistou a tão esperada Terra Prometida. Contudo, diante de vitórias iniciais, algumas tribos se acomodaram. 

Em Josué 18:3, lemos a exortação do líder: “Até quando sereis negligentes em possuirdes a terra que o SENHOR Deus de vossos pais vos deu?”. Essa repreensão revela o perigo da estagnação, mesmo quando as promessas e oportunidades estão ao nosso alcance.

As tribos já haviam travado guerras e experimentado a mão de Deus em suas conquistas. Ainda assim, ao invés de prosseguirem para tomar plena posse do que lhes cabia, preferiram a inércia. Talvez o cansaço, o medo do desconhecido ou até uma falsa sensação de segurança, tenham contribuído para esse comportamento. Eles se conformaram com o que já haviam obtido, deixando de lado o chamado maior.

 

Esse relato nos desafia a refletir: quantas vezes nós, em nossas próprias vidas, nos comportamos da mesma forma? Ficamos parados, satisfeitos com os pequenos avanços que fizemos, ignorando o potencial de ir mais longe. Estagnar é perigoso, pois nos impede de cumprir nosso propósito e pode até nos fazer regredir.

Além disso, a procrastinação frequentemente nos prende na zona de conforto. Ela nos oferece desculpas atraentes e nos convence de que amanhã será sempre o momento ideal para agir. Mas enquanto adiamos, oportunidades se perdem e os sonhos se tornam distantes.

Por isso, precisamos seguir o exemplo de Josué e tomar a decisão de avançar. É hora de deixarmos a passividade, enfrentarmos os desafios e possuirmos a “terra” que nos foi prometida, seja ela nossos projetos, metas ou sonhos. Sair da zona de conforto é indispensável para alcançarmos nosso propósito e experimentarmos o pleno cumprimento das promessas para nossa vida.

Que possamos escolher hoje agir com fé, coragem e determinação, deixando para trás a estagnação e a procrastinação. Afinal, é no movimento que encontramos a transformação!

 

Texto: Pr. Everton Wilker | Teólogo e Pastor responsável pelo campo de Castanhal (PA), na Convenção Norte. 

 

Consejos de la Lección 11 – Él cumple lo que dice

Consulta los recursos para la clase del estudio: dos dinámicas que ayudan a explicar las promesas en la vida de Isaac.

 

CONSEJO UNO – Dinámica: Promesas en la vida de Abraham

Registradas principalmente en el libro de Génesis, en el Antiguo Testamento, algunas promesas que Dios hizo a Isaac ya habían sido hechas a su padre, Abraham. Consulta cuatro promesas que el Señor reafirmó al hijo de la promesa:

 

🔹 La promesa de una descendencia numerosa

📖 Génesis 26:4

“Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu descendencia todas estas tierras; y por medio de ella serán benditas todas las naciones de la tierra.”

 

🔹 La posesión de la tierra de Canaán

📖 Génesis 26:3

“Habita en esta tierra, y estaré contigo y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras y confirmaré el juramento que hice a Abraham, tu padre.”

 

🔹 La bendición de prosperidad y protección

📖 Génesis 26:12-13

“Isaac sembró en aquella tierra, y en ese mismo año cosechó cien veces más, porque el Señor lo bendijo. Y el hombre se engrandeció, y fue prosperando hasta hacerse muy poderoso.”

 

🔹 La alianza de Dios con Isaac

📖 Génesis 26:24

“Y el Señor se le apareció aquella misma noche y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham, mi siervo.”

 

Aplicación: En un panel, pizarra, rotafolio o cartulina, coloca imágenes que representen una de las cuatro promesas hechas a Isaac. Separa los textos bíblicos escritos en tiras de papel y pide a los alumnos que lean el pasaje correspondiente e intenten colocarlo en el lugar correcto. Si aciertan, deben explicar el significado de la promesa para Isaac y qué lección podemos aplicar a nuestra vida cristiana y al caminar de la iglesia.

 

CONSEJO DOS – Dinámica: Cómo escuchar la voz de Dios

En la aplicación de la lección, se destacan dos actitudes fundamentales ante las promesas de Dios: escuchar Su voz y obedecer Su Palabra.

Después de explicar los temas del estudio, realiza una pequeña dinámica pidiendo a tus alumnos que busquen en la Biblia versículos que muestren cómo podemos escuchar la voz de Dios o la importancia de estar atentos a ella. Dedica algunos minutos para que realicen esta búsqueda y, al final, compartan los versículos encontrados.

Tiempo de la actividad: aproximadamente 10 minutos.

🙏 Cierre: finaliza con una oración junto a los alumnos.

Texto: Agencia Promessista de Comunicación (APC) y Editora Promessa.