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CONSEJOS de la Lección 01 – El precursor del Siervo

Para tu primera clase del segundo trimestre, revisa nuestros consejos: ilustración, dinámica y palabras clave.  

 

CONSEJO UNO – Ilustración para explicar el precursor (introducción)

Utiliza el párrafo de apertura del apartado “Con los ojos en el Evangelio” y léelo a tus alumnos para definir y aclarar mejor la palabra “precursor”:  

El término “precursor” se usaba para designar a los corredores que precedían a los oficiales de alto rango que viajaban a caballo o en carruajes. Estos corredores tenían la función de despejar el camino o hacer proclamaciones (Gn 41:43; 1 Sm 8:11; 2 Sm 15:1; 1 Re 1:5; 18:46; Est 6:9). De la misma manera, la misión que Dios le dio a Juan el Bautista fue preparar el camino y al pueblo para recibir al Señor Jesucristo (LB, p. 8).  

 

CONSEJO DOS – Dinámica “Abran el camino” (apartado 1)

Dinámica de los objetos en el camino: Antes de la clase, esparce objetos (zapatos, sillas, jarrones, etc.) en la entrada, en el camino o cerca de los bancos del aula. Después de que todos entren, pide que cada uno ayude a quitar los obstáculos del camino. Una vez que el camino esté despejado, lee: Isaías 40:3-4, Malaquías 3:1 y Marcos 1:2. Luego, explica que la misión de Juan el Bautista era exactamente esa: preparar el camino para el Señor. Él anunciaba la llegada del Ungido de Dios, aquel que vendría a salvar al mundo.  

 

CONSEJO TRES – Palabras clave (apartado 1)

En el apartado uno, te sugerimos que utilices en la explicación las cuatro palabras clave destacadas a continuación. A través de ellas y de los textos, el maestro puede explicar los contenidos del apartado 2 sin necesidad de leer toda la lección en clase, manteniendo la interactividad y el contacto visual con los alumnos.  

Humildad: “Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías” (Jn 1:19-21,23). “Es necesario que él crezca y que yo disminuya” (Jn 3:30).  

Superioridad de Cristo: “Yo bautizo con agua; pero en medio de vosotros está uno a quien no conocéis, el que viene después de mí, de quien no soy digno de desatar las correas de sus sandalias (…), un hombre que tiene la primacía, porque ya existía antes que yo” (Jn 1:26-34).  

Confrontador: “No te es lícito tener la mujer de tu hermano” (Mc 6:18).  

Testigo: “Luego, el verdugo ordenó que le trajeran la cabeza de Juan. Fue y lo decapitó en la cárcel”.  

 

Texto: Secretaría de Escuela Bíblica.  

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